El Castilla se despide del año con un nuevo tropiezo.

La moneda al aire, que es el Castilla, volvió a caer en cruz. El equipo dirigido por Raúl cierra el año con otra derrota, en puestos de descenso y sin haber logrado encadenar aún dos victorias consecutivas. En este nuevo tropiezo de los madridistas, Pedro López jugó un papel fundamental. El portero del Ceuta se convirtió en una auténtica pesadilla para los blancos, deteniendo todo, excepto el penalti que Gonzalo transformó en el 1-1. Su actuación frustró a los de Raúl de principio a fin y propulsa al Ceuta a posiciones de privilegio.

El duelo Pedro López-Víctor Muñoz marcó el primer tiempo. Un pulso del que salió triunfal el meta del Ceuta, que le sacó tres mano a mano al delantero del Castilla. Dos de ellos en los primeros 10 minutos de juego. Al plan de Raúl de poner a correr a su veloz extremo sólo le falló la puntería. Los cuatro hombres de ataque del Castilla se bastaron para inquietar a los locales, a los que desarmaron en varias transiciones de manual: al primer toque, precisas y verticales. David Ruiz, Gonzalo y Pol Fortuny lograron conectar en varias ocasiones y en todas ellas el último pase encontró a Víctor Muñoz para encarar a Pedro López. Pero el portero fue la pesadilla castillista para adelantarse en el marcador.

El Castilla se defendió bien en bloque bajo esperando soltar sus latigazos a la contra, pero también sufrió con alguna buena transición de los locales. En una de ellas, Rodri Ríos pifió su remate cuando se encontraba sólo ante Fran González. El Ceuta iría de menos a más y fue en la recta final del primer tiempo cuando se acercó con más peligro a la meta de Fran González, protagonizando dos acciones acompañadas de polémica y con el mismo protagonista: Rodri Ríos pidió penalti en un forcejeo con Ribes y al ariete del Ceuta se le anuló un gol en el 40' por un fuero de juego más que dudoso.